Con un estadio colmado y entradas agotadas desde meses atrás, finalmente Green Day regresó a la Argentina después de cinco años, volviéndose a presentar en el estadio José Amalfitani (Vélez Sarsfield). Los encargados de abrir la jornada a las 18:15 fueron los locales Bastardos del Under, agrupación punk del oeste del conurbano bonaerense, quienes recientemente habían captado la atención de Billie Joe Armstrong, cantante de Green Day, que recomendó una de sus canciones a sus de seguidores en redes sociales. A continuación, precisamente a las 19:15, el legendario Billy Idol se presentó sobre el escenario y comenzó su setlist, repleto de clásicos, muy arriba con “Dancing With Myself”. El artista, que volvió a los escenarios argentinos después de más de treinta años, con un show memorable, para un público que festejó y cantó cada una de sus canciones, incluidas sus más recientes “Cage” y “Bitter Taste”. A las 21:00 comenzó a escucharse el clásico de Queen “Bohemian Rhapsody”, lo que indicaba que el arribo de Green Day era inminente. Al ser cantado por todo el estadio, sorprendió a la crew de la banda de tal manera, que antes de que la banda pisara el escenario comenzaron a filmar a los concurrentes desde el escenario. La intro incluyó a continuación al himno punk “Blitzkrieg Bop”, de The Ramones, derivando en un mashup con “We will rock you” de Queen y “I Love Rock ‘n’ Roll” de Joan Jett & the Blackhearts. Con más de treinta años de carrera, los californianos levantaron la temperatura de una fresca noche de septiembre con una lista de temas llena de clásicos propios, y algunos ajenos, al versionar “Rock And Roll All Nite” de Kiss o amagar la conocida “Iron Man” de Black Sabbath previo al estallido de “Hitchin’ a Ride”. Green Day repasó su discografía y, por supuesto, no faltaron los clásicos. Para cerrar una noche épica, el elegido desde hace tiempo es “Good Riddance (Time Of Your Life)”, coronando un concierto que demostró que Green Day es una de las bandas preferidas de los Argentinos.
Acompañado por su banda encabezada por el guitarrista Steve Stevens, Billy Idol se reencontró con el público argentino y tuvo su revancha a través de canciones inolvidables. La sorpresa del artista con la audiencia fue tal, que al retirarse del escenario, dijo que no podía volver a esperar treinta años para regresar, porque iba a estar muerto, desatando una despedida llena de risas.
Para este momento no quedaba un alma quieta en Vélez y los músicos empezaron a aparecer en el escenario saludando con mucha emoción y festejando el reencuentro con el público tras su última visita. “American Idiot” dio el puntapié inicial enloqueciendo al público en éxtasis. Grandes arengadores y con una propuesta musical impecable y divertida, los americanos lograron una conexión con la audiencia tal que se sentía vibrar todo el recinto, una complicidad entre artistas y público pocas veces experimentada. Uno de los momentos más emocionantes fue cuando el joven Valentín subió al escenario a tocar con ellos “Knowledge” y, en un acto que ya es una costumbre de la banda, Billie Joe le regaló su guitarra.